The Deathly Games {#} || Afiliación Elite Denegada

Luego de la segunda rebelión, los años dorado de Panem llegaron. Familias riendo, comiendo manjares, niños jugando en las calles sin tener que preocuparse por la cosecha de cada año. Sin embargo, esos años acabaron.

Esa tarde, todo estaba tranquilo, sin embargo, una pantalla gigante encima de el edificio de Justicia de cada uno de los trece distritos del capitolio se encendió, añareció el escudo de éste y luego, el himno, pero no el himno actual de Panem. El himno antiguo. El himno que le recordaba a la población mayor una cosa, Los Juegos del Hambre, sin embargo, debió haber sido una equivocación horrible, o por lo menos todos lo pensaron. La ministra de economía (la que la mayoría de las veces daba las malas noticias en Panem, comenzó a hablar).

— Habitantes de Panem, dadas las circunstancias de la economía actual en nuestra hermosa nación, debemos recobrar alguna de las antiguas tradiciones. Hemos tenidos, nuestros altos y bajos, pero, ahora la situación se encuentra insostenible para muchos de los habitantes más pobres. Por eso, hemos decidido restaurar, Los Juegos del Hambre.

Antes de que siguiera hablando hizo una pausa y toda la gente no podía actuar, solo abrazaba a sus hijos y miraba la pantalla anonadaba ¿Que no era que todo eso había terminado?

—Pero no los juegos comunes. Hemos decidido que, en estos juegos, habrá cuatro ganadores. Pero solo uno de esos cuatro estará premiado por uno de los trofeos más grandes, uno que nuestros científicos más destacados han logrado crear. Devolverle la vida a alguien. Tampoco se hará un sorteo de toda la población, sino que, los habitantes de la edad de doce años a dieciocho, podrán acceder a entrar, por cada entrada a los juegos que hagan, recibirá una ración de diferentes alimentos por un mes.
Las demás reglas, siguen siendo las mismas... Sin nada más que decir, me despido para que puedan proyectar las reglas en las pantallas.

En ese momento, un ayudante de producción le extendió una hoja a la ministro de economía y ella leyó con los ojos llenos de terror.

— Una última regla. Los hijos de los habitantes del Capitolio, deberán entrar a sorteo todos... obligatoriamente. Muchas gracias población. Y que la suerte siempre, esté de su lado.

En ese momento las reglas se desplegaron en la pantalla para que toda la población pudiera verla:

• Participación en la cosecha no obligatoria.
  
• Visión en televisión totalmente obligatoria.
  
• Por cada inscripción recibirán raciones de comida por un mes (arroz, verduras de estación, aceite y manteca) para una persona.
  
• La inscripción es acumulativa, y luego de inscribirte una vez, quedas inscripto para siempre.
  
• Habrá cuatro ganadores todos los años (aunque, si alguno de ellos llega a fallecer antes de que se de por terminado los juegos de ese año, pueden ser menos), tres se llevarán el honor de vivir en el valle de los vencedores y con una recompensación económica todos los meses de lo que dure su vida.
  
• Habrá un solo participante de los últimos cuatro (el cual será votado por el público) que ganará El Premio Final de revivir a un difunto.
  
• TODOS los habitantes de edad elegible deberán pasar por Las Academias de Entrenamiento ubicadas en el capitolio, al menos una vez en su vida. Luego, su asistencia será opcional. El curso transcurrirá en los meses de diciembre, enero y febrero. En esta se les garantiza, techo, vestimenta, educación acerca de los antiguos juegos, alimentación y entrenamiento para los niños. Para la primer vez en la academia no es necesario haber participado en ningún juego, pero, para la segunda vez debes haberte inscripto para el del año pasado, o inscribirte en los juegos al entrar en la academia.
  

Un silencio sepulcral, ambiente tenso, y luego, una ocasional madre llorando se escucharon. ¿Revueltas? Claro que las hubo, sin embargo, luego de las revueltas, "trágicamente" y de manera "misteriosa". El agua de los distritos que se revelaban se envenenaba por cinco días Luego desaparecía. Era así, una revuelta, el agua se envenenaba, la gente se deshidrataba, se enfermaba por no poderse bañar.
Terminaron acatando los nuevos juegos. "The Deathly Games", como los llamó el capitolio se instauraron de nuevo. Las pesadillas volvieron, muchos niños no tienen más remedio que inscribirse por las raciones de comida o por algún familiar querido que ha fallecido y lo quieren revivir. La mayoría de los niños de doce años, se inscriben cuatro veces, que es el máximo a esa edad, sabiendo que luego quedarán inscriptos para siempre y que estas inscripciones se acumulan. Aunque así saben que les aseguran la comida a su familia.